Entrevista a ASAFES

ASAFES es la Asociación Alavesa de Familias y Personas con Enfermedad Mental. Declarada de utilidad pública en 1998, esta asociación lleva más de 45 años trabajando junto a las personas con enfermedad mental de Álava, su entorno y sus familias.

Para acercarnos a su historia, su presente y presentarnos los nuevos retos, Vanesa Vadillo, gerente de ASAFES, nos ha recibido amablemente en las modernas instalaciones que la Asociación tiene en Vitoria-Gasteiz.

¿Cómo y cuándo nace ASAFES?

se funda en 1976 por un grupo de familiares de personas con enfermedad mental junto con una serie de profesionales de la salud mental. Al principio eran unas cuantas familias que se reunían periódicamente para ver de qué manera podían mejorar la situación de las personas con problemas de salud mental.

Por aquel entonces, la enfermedad mental estaba muy institucionalizada, muy apartada de la sociedad y el estigma con el que cargaban las personas enfermas y sus familias era tremendo. A lo largo de los años la asociación ha ido profesionalizándose y creciendo y hoy en día somos más de 600 personas entre personas usuarias, familiares, profesionales y voluntariado.

¿Cuáles son los principales servicios y programas que tenéis en activo?

En la actualidad, nuestros servicios se dirigen fundamentalmente a tres grupos: familiares y entorno, personas con enfermedad mental y por último todas aquellas personas interesadas en este ámbito.

Entre los servicios dirigidos a las familias y su entorno contamos con un servicio de acogida y acompañamiento a familias, otro de asesoramiento jurídico para familiares, un programa de intervención socioeducativa y otro de intervención socio comunitaria, así como el servicio “Zainduz” respiro para familiares y “Erroak”, un servicio dirigido a familias con algún familiar entre 16 y 30 años con enfermedad mental.

Las personas con enfermedad mental son la razón de nuestra asociación, por lo que ASAFES pone a su disposición un gran abanico de programas y servicios: Acogida y acompañamiento social, asesoría jurídica, apoyo para la vida independiente, un programa de intervención socio comunitaria, un grupo de autoayuda, una escuela de personas usuarias, un programa de habilitación psicosocial y los servicios Erroak y Zainduz, entre otros.

ASAFES también gestiona  el Centro de DiaArgibide”, un centro de día que tiene como objeto construir junto a las personas y su entorno más cercano un proyecto de vida y está enfocado a personas que tienen una enfermedad más cronificada.

Por su parte, el programa de apoyo psicoeducativo, cuyo equipo profesional también está ubicado en el centro de día, tiene como objetivo intentar que las personas se mantengan en su domicilio. La idea es que la persona usuaria no acabe institucionalizada, que sea independiente.

Otros programas que tienen el de promover la habilitación psicosocial son servicio OREKA, que ofrece actividades de ocio para las personas usuarias 363 días al año (sólo cierra en Navidad y Año Nuevo) y los talleres psicosociales (senderismo, yoga, informática, escritura,…) que se ofrecen de lunes a viernes.

Contamos también con un centro especial de empleo (RAEP) donde se trabaja por la plena integración laboral y social de las personas con discapacidad por enfermedad mental de Álava. Allí se ubica también el programa PILA, que cuenta con dos técnicas de empleo que acompañan a las personas en su incorporación al trabajo ordinario haciéndoles un acompañamiento. Para nuestro colectivo es la guinda del pastel, una persona completamente integrada en la sociedad, completamente autónoma, con su trabajo, su sueldo. Hay muchas personas que dicen que para ellas es su terapia, el poder estar ocupadas, el sentirse productivas. La autoestima y el trabajo les ayudan a mantener una vida ordenada.

En estas instalaciones está ubicado también el centro ocupacional, dirigido a mejorar la autonomía, independencia y calidad de vida de los y las usuarias.

Por último, desde ASAFES ofrecemos una serie de servicios para todas aquellas personas que están interesadas en temas de salud mental. Para ello, ofrecemos asesoramiento, sensibilización (con charlas en centros escolares y campañas de sensibilización) y formación a través de seminarios y jornadas.

¿De qué manera una persona con enfermedad mental comienza su relación con ASAFES?

La relación puede comenzar de dos maneras.

La primera es cuando llegan directamente a ASAFES. Una persona con enfermedad mental o una familia que tiene un miembro con enfermedad mental pide cita aquí y aquí les atiende un trabajador/a social. Se les hace una primera acogida en la que se valora la situación, las necesidades que hay y de qué manera se le puede ayudar. Si nosotras no tenemos esos recursos buscamos qué recursos hay fuera de ASAFES que puedan ser beneficiosos para ellas/os.

Una vez están en el servicio de acogida se valora si la familia necesita un apoyo emocional extra y entonces se les deriva al servicio de apoyo a familias,

La segunda manera de llegar a ASAFES sería a través de otros recursos o derivados de Diputación o la Red de salud mental de Álava.

¿Tenéis algún proyecto nuevo entre manos?

Ahora tenemos un proyecto muy chulo que comenzó a ponerse en marcho en el 2020 y que fue financiado por la Fundación Obra Social La Caixa.

El proyecto nace para responder a una necesidad que hemos ido constatando en los últimos tiempos y es que el perfil de personas que se acercan a ASAFES es de personas cada vez más jóvenes. Antes era de una media de unos 50 años y con una enfermedad muy cronificada, con una sintomatología muy establecida. Sin embargo, cada vez nos llegaban personas más jóvenes, que acaban de debutar en la enfermedad mental, que llegan a ASAFES pero que no se sentían en nada identificadas con las personas a las que estamos atendiendo, y por tanto no acaban de encajar en nuestros programas.

Decidimos plantear, basándonos en un proyecto que existe en Madrid, un servicio dirigido a jóvenes debutantes en la enfermedad mental. Haciendo hincapié, principalmente en tres patas, la parte de conocimiento de la enfermedad mental (apoyo psicológico y apoyo a las familias), por otro lado, enseñarles a gestionar su tiempo de ocio y una tercera parte que se centra en la capacitación prelaboral.

Hicimos el proyecto piloto, y los resultados han sido muy positivos. El 50% de las personas que lo iniciaron el programa lo han terminado, lo que supone un porcentaje muy alto de éxito.

¿Porqué crees que ahora se acerca la gente a una edad más temprana?

La enfermedad mental habitualmente aparece en la adolescencia más tardía o en la juventud y esto ha sido así siempre. Lo que sucede es que ahora hay más conocimiento, las familias tienen más educación, más cultura y no da tanto miedo ir al médico. Está bien que la gente venga antes.

¿En qué modo os afectó la pandemia?

De entrada, en ASAFES tuvimos que cerrar prácticamente todos nuestros servicios. Sin embargo, desde Diputación Foral de Álava se nos pidió ayuda en el sentido de que, aunque los recursos que ofrecíamos aquí no los podíamos seguir ofreciendo, sí que había otro tipo de recursos que se mantenían operativos y que necesitaban apoyo. Ahí ASAFES estuvo al pie del cañón. Diputación abrió un piso específico para personas sin hogar con problemas de salud mental y con adicciones. Un servicio de 24 horas en el que estuvo implicada más de la mitad de la plantilla de ASAFES. Fue muy intenso.

También estuvimos haciendo refuerzos en otros pisos que tiene Diputación, porque hacían falta profesionales de apoyo. El resto de la plantilla estuvo haciendo seguimiento telefónico a todas las personas que atendíamos a ASAFES, acompañándolos a hacer la compra, mandándoles actividades para que estuvieran ocupadas e intentando, en definitiva, que nuestro colectivo, la gente con la que trabajamos, no se sintiera sola.

La mayoría respondió de forma muy positiva, sin grandes descompensaciones. También es verdad que nuestro colectivo tiende a aislarse, y lo más complicado ha sido volver a retomar la vida. Volver a salir, quitar ese miedo.

¿Ha traído cambios la era postpandemia?

Pues la verdad es que sí. Hemos ido viendo que cada vez nos llegaba más gente y ahora mismo mi máxima preocupación son las personas jóvenes.

Desde la pandemia, sobre todo desde el comienzo de este curso escolar, nos llaman todas las semanas de centros escolares, familias o los propios chavales y chavalas, muchas veces tras haber escuchado una charla de salud mental en su clase o centro educativo. Se ponen en contacto sobre todo por problemas relacionado con ideas suicidas, autolesiones e intentos de suicidio.  Es de preocupar. Muchos de estos chavales no tienen un diagnóstico y la atención sanitaria pública está colapsada, por lo que no van a entrar mañana en la red de salud mental, igual les dan la primera cita dentro de tres meses.  Mientras tanto, desde aquí intentamos contener la situación. Facilitando herramientas a las familias y profesorado.

En Álava las únicas que hemos hablado del suicidio y lo hemos puesto sobre la mesa hemos sido ASAFES. De algún modo somos referencia en nuestro territorio desde que en 2019 organizamos un seminario anual para abordar este tema. Por esto, muchas veces nos llaman para pedir ayuda, y desde la asociación les atendemos y acompañamos hasta que son atendidos/as en Osakidetza, o la situación está más controlada.

¿Qué retos os planteáis en el corto-medio plazo?

En primer lugar, es nuestro objetivo a futuro seguir mantenido todos nuestros servicios y programas, fortalecerlos y dotarles de estabilidad, como el proyecto ERROAK, dirigido a jóvenes.

En segundo lugar, como te comentaba, nos preocupa mucho el tema del suicidio. Estamos pendientes de la resolución de una entidad financiadora para comenzar un proyecto para trabajar este tema dentro de los centros escolares, sobre todo en la zona rural de Álava. Poder darles información, herramientas.

Si luego el Gobierno Vasco presenta un protocolo pues genial, pero de momento no hay nada. En 2019 se presentó una estrategia para prevención del suicidio y se hizo un planteamiento maravilloso, pero como no había dinero para implantar la totalidad de las medidas, pues se ha hecho muy poco.

Consideramos que es una necesidad y una urgencia que desde las propias Administraciones Públicas se encaré esta problemática.

Desde ASAFES no tenemos un interés especial en gestionar algo así. Desde las entidades podemos sensibilizar, apoyar, ayudar, pero esto tiene que ser un tema de red en el que tienen que participar los diferentes departamentos, como el de educación y salud.

La gente necesita ayuda hoy, protocolos aquí y ahora.

¿Cómo valoráis desde ASAFES vuestra participación en AISA?

En ASAFES consideramos importante el trabajo en red. Pensamos que el entrar a formar parte de un convenio colectivo es indispensable tanto para la entidad como para la propia plantilla.

En nuestro sector de fundamental el acompañamiento, formar red con otras asociaciones y entidades e intentar caminar por un mismo camino.

En muchos ámbitos, por ejemplo, como en el que se mueve AISA, hay cosas que en tu día a día tampoco ves. Por eso necesitamos exista alguien a esos niveles que trabaje por las entidades y eso nos ayuda.

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