Entrevista a HZ Gizekiminak

En el número 2 de la Plaza del Cedro de Donostia se encuentran la sede social y oficinas de HZ Gizekimenak, entidad con más de 20 años de historia. Sus referentes son la innovación social en servicios sociales y comunitarios. Desarrollan programas y servicios en colaboración con distintas entidades públicas y privadas.

Ricardo J. Sánchez y Carlos Arguilea Azpiroz, dos de los socios fundadores, nos acercan el latir de la organización y nos ofrecen su particular visión sobre el pasado, presente y futuro de HZ Gizekimenak.

¿Qué nos podéis contar de los comienzos de HZ Gizekimenak?

Somos una entidad que viene del Tercer Sector, venimos cada uno de movimientos distintos y no es casualidad que nos hayamos encontrado. A primeros de los 90 ya nos conocíamos de diferentes recorridos.

En un primer momento, confluyen dos flujos. Por un lado, el que tenía que ver con el aprendizaje y el autoempleo y, por otro lado, la seguridad de saber que no se podían hacer las cosas solos y que había que agruparse, juntarse.

Una marca esencial de nuestra organización es que siempre hemos trabajado en proyectos – propuestas innovadoras.  En temas o cuestiones en las que nuestro asesoramiento a las entidades responsables del servicio se daba en una conversación, un diálogo. Como entidad, asesorábamos y acompañábamos  en la creación proyectos novedosos.  En la medida en que los servicios se han  estandarizado, esto ha cambiado.

El riesgo de esta evolución para las entidades del tercer sector es que perdamos este sentido colaborativo. No somos ETT, prestamos servicios que obedecen a un encargo social reconocido, con valor. Reconocido por las políticas publicas.

Llevamos en nuestro ADN el aspecto relacional y colaborativo, pero el escenario de colaboración de los años 90 se ha perdido en parte y se ha convertido en un escenario en el que predomina la competencia.

Desde nuestros inicios siempre hemos tenido en nuestro catálogo de servicios, el asesoramiento a personas y entidades con un perfil similar al nuestro. La colaboración y las alianzas y no la competencia, mal entendida, hicieron crecer a nuestra entidad. De hecho, en el año 2000 creamos un departamento de consultoría que ha sido motor y desarrollo de nuestra organización en el ámbito de la supervisión, el asesoramiento y la formación.

¿Actualmente cuáles son vuestras principales líneas de trabajo?

Los principales ejes de nuestra entidad giran en torno a la infancia, la familia y el desarrollo comunitario.  Prestamos especial atención a la protección de la infancia en todas sus vertientes incluida la detección precoz. Nos interesan de forma especial la innovación y el desarrollo de nuevas formas de dar respuesta, la integración de tecnologías en las prácticas sociales, educativas, psicosociales, etc.

Si queremos innovar, tenemos que explorar. Esta, es otra parte muy importante de nuestro trabajo. En la actualidad, estamos explorando programas nuevos que podamos adaptar y poner en funcionamiento. Actualmente, estamos viendo un programa neozelandés para la detección precoz en el que unas familias cuidan a otras familias.

Otro proyecto que tenemos entre manos es el diseño de un programa a de la autoprotección para jóvenes y que se llama AUTERKIA. El objetivo es que sirva para ayudar a que los chavales y chavalas tengan herramientas de autoprotección ante cualquier contexto. Unido a esto estamos trabajando también sobre la gestión de la intimidad.

¿Cómo os ha afectado la pandemia y cómo os veis en el corto, medio plazo?

El balance final es positivo, pero después de sufrido. Al principio había mucha tensión, incertidumbre e inseguridad. Hemos tenido que tomar decisiones complicadas, lo pasamos mal todos porque teníamos mucha responsabilidad. Ha sido duro, pero el balance es bueno porque hemos conseguido salir bastante fuertes.

En este tiempo hemos pensado mucho sobre la posibilidad de cómo vamos a poder desarrollarnos en el contexto más inmediato. Soportar lo que tenemos y enfrentarnos a lo que viene.

Un problema al que vamos a tener que enfrentarnos en breve es el del relevo generacional. Tenemos que hacer un proceso de relevo sobre el que llevamos años de trabajando y, aunque es complicado es un proceso que tenemos que cerrar en los próximos dos años.

A nivel de proyectos y servicios estamos en un momento de exploración de nuevos y de mantenimiento de los que estamos prestando como los proyectos de infancia y familia.

A futuro, tenemos que explorar nuevos espacios e ir cubriendo necesidades. Recuperar la esencia, completar lo que ya existe, darle valor, No hacer más de lo mismo.

¿Qué aporta Hedatzen a una organización como HZ Gizekimenak?

Ahora mismo el trabajo en red es esencial y sobre todo es un posicionamiento que para nosotros, como entidad, es clave. Tenemos que generar espacios de relación, colaboración y para compartir el conocimiento. En este punto, la existencia de redes como Hedatzen y el trabajo que desarrollan se hacen imprescindibles.

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