MARTA MOJAS, MIGUEL ANGEL MUÑOZ Y ESTHER ALVAREZ, COORDINADORES DE SUSPERGINTZA
¿Podríais contarnos cómo se fundó la entidad y cuál ha sido su recorrido a lo largo de estos años?
El nacimiento de Suspergintza está ligado directamente a EDE Fundazioa. En 1988 se detectó la necesidad de crear esta línea de actuación que diese continuidad lógica al trabajo que se venía realizando en los diferentes programas y servicios que se desempeñaba desde EDE. Desde ese año, Suspergintza diseña y gestiona programas y equipamientos en el ámbito de la intervención social, cultural, educativa y medioambiental.
Los primeros pasos, a finales de los 80, estaban ligados a la gestión y desarrollo de udalekus infantiles, comedores escolares o la implementación de programas socioeducativos en nuestras propias instalaciones. A lo largo de estos años hemos continuado trabajando en la promoción e inclusión de colectivos desfavorecidos, con especial atención a infancia, adolescencia y juventud, personas mayores, mujeres víctima de violencia machista, personas migrantes, etc.
Procuramos que lo que hacemos en Intervención Social tenga un valor añadido de innovación y mejora. No nos vemos como una empresa o una organización social prestadora de servicios. Consideramos que nuestra misión es mejorar el ámbito de la acción social y procuramos buscar proyectos innovadores que generen cambios inclusivos y sostenibles.
Actualmente ¿cuáles son los proyectos que estáis desarrollando?
Nuestro trabajo en la acción social directa se centra en colectivos específicos de los diferentes ámbitos o subámbitos de la intervención social. Ordenamos nuestras líneas de intervención en los siguientes ámbitos.
- Diversidad, convivencia y Derechos Humanos
- Acogida e inclusión
- Infancia, adolescencia y juventud
- Personas mayores
- Familias
- Violencia machista contra las mujeres
- Nontzeberri (kultura eta euskara)
Por apuntar algunos de los proyectos que estamos desarrollando, destacaríamos que hemos puesto en marcha viviendas grupales en la comarca de Urola Kosta para ofrecer a personas en situación de exclusión y vulnerabilidad un servicio de alojamiento con apoyos de media intensidad orientado a la inclusión social. También en Gipuzkoa estamos contribuyendo al despliegue de la red de centros residenciales para personas en situación de exclusión.
Estamos desarrollando programas socioeducativos de Paz, Convivencia y Derechos Humanos en más de 60 centros del País Vasco.
Desarrollamos programas para que las personas cuidadoras de familiares dependientes puedan adquirir habilidades relacionadas con el cuidado de su familiar y el cuidado de sí mismas.
A través del programa “Las mayores tenemos voz” hemos abordado de forma pionera la violencia machista con las mujeres mayores de 60 años través de la prevención, detección, e intervención socioeducativa.
En Gipuzkoa desarrollamos el programa de acogida residencial a mujeres mayores de edad o menores emancipadas víctimas de violencia machista, a sus hijos e hijas menores de edad y a otras personas a su cargo que dependen de estas mujeres
Actualmente estamos gestionando el programa BilboTic, el servicio de formación y apoyo en el uso de TICs para reducir la brecha digital.
Mirando al futuro ¿cuáles son los principales retos que identificáis en el corto-medio plazo (5 años)
Los retos que identificamos son los que tienen que ver con generar, como organización y en las redes en las que participamos, posicionamiento y respuestas enfocadas a combatir las diferentes formas de desigualdad social y violencia, tengan éstas relación con los sistemas globales de relación Norte- Sur, los sistemas de subordinación por razón de sexo, edad, origen, cultura o cualquier otra categoría social, el acceso diferencial a los derechos, a los medios que definen una vida digna, con la brecha digital, etc.
En ese sentido tenemos que combinar el despliegue de programas de carácter eminentemente preventivo enfocados a toda la población y con un objetivo transformador en el medio plazo, con actuaciones de intervención directa prioritariamente con los colectivos más vulnerables y desprotegidos. Y, complementariamente intensificar nuestra capacidad de incidencia política y social, de generar alianzas, etc.
En el primero de los casos nos parece especialmente importante mantener y generar nuevos desarrollos dirigidos a la sociedad en general, y a la juventud en particular, que pivoten sobre la vulneración de derechos, la discriminación por cualquiera que sea el motivo, la necesidad de dignificar los cuidados, de articular y gestionar la diversidad social en clave de cohesión e igualdad de oportunidades, etc… En el segundo, intensificar nuestra capacidad de atención directa a mujeres víctimas de violencia machista, personas en situación de exclusión residencial, digital, etc., mediante programas específicos de soporte y acompañamiento que integren lo residencial, la conexión con los sistemas de servicios y el engarce comunitario.
¿Qué os aporta formar parte de Gizardatz/Hedatzen/Aisa?
Gizardatz es una de las redes promovidas por EDE Fundazioa -Suspergintza de manera directa. En sus inicios, teníamos claro que había que normalizar los marcos laborales del sector y nos fijamos en los primeros convenios de intervención que se estaban firmando en Madrid y Barcelona. Sabíamos que algo similar era necesario aquí.
Teníamos que formalizar un marco laboral en Euskadi y para ello había que crear una patronal social y lo hicimos. Gizardatz tenía que ocupar ese ámbito.
La función de Gizardatz es imprescindible para el normal desarrollo de las relaciones laborales de las personas y entidades que trabajan en el Tercer Sector Social.